" Todo verdadero encuentro, por esencia inesperado, es imposible de pensar, ya que sobrepasa siempre el marco interior del cual nos lo representamos. Tal es su capacidad de provocarnos, convertirnos, devolvernos la vida. Nos convoca al encuentro con el otro (y entonces con nosotros mismos) desde nuestros orígenes más lejanos al mismo tiempo que pertenece por entero al porvenir"

Anne Dufourmantelle, En caso de amor

El proceso terapéutico nace en el encuentro, el vínculo es algo vivo que vamos construyendo juntxs. Un espacio de cuidado donde sentirse segurxs, parar y poder tomarnos un tiempo para darnos cuenta de cómo nos sentimos, de cuáles son nuestras defensas, de nuestros patrones, de todo aquello que no nos permite avanzar en nuestra vida. 

La figura del terapeuta acompaña en este proceso de descubrimiento, facilita la toma de conciencia desde una mirada respetuosa y amorosa, ayudando a que la persona pueda responsabilizarse de sus decisiones y su vida.

Mediante diversas técnicas terapéuticas, artísticas y bebiendo de la filosofía, se trata de que la persona pueda atravesar situaciones difíciles y pueda ser más consciente y por ende más libre, centrando el trabajo terapéutico en tres aspectos fundamentales:

- Espontaneidad; trabajo en el aquí y en el ahora, poder desprenderse del "personaje", de lo impostado, de todo aquello que a menudo hemos tenido que construirnos para sobrevivir, re-conocerse.

- Transgresión; transformación desde el cuestionamiento y la ruptura con el legado familiar y social, integración de aspectos que se rechazan de unx mismx.

- Creatividad; Poder generar nuevas respuestas, permitirse ser desde otro lugar en el mundo, construir una vida con sentido.

"Una ética de la libertad, entonces, tendría que ver con el hecho de mostrar (y de mostrarse a uno mismo) sus infinitas e indefinidas posibilidades de transformación. Es lo que podríamos llamar una estética de la existencia. Ésta niega todo tipo de norma absoluta impuesta a priori puesto que sus reglas derivan de la experiencia, de la experiencia vivida, de la experiencia por vivir. Lo que, en definitiva, describe Michael Foucault nos da a pensar en una ética en la que la identidad es múltiple, como múltiples son también las posibilidades de la existencia, de la vida, como múltiples son las palabras y los silencios que cada ser humano puede pronunciar, como múltiples son los instantes que cada persona puede vivir en su tiempo y en su espacio" 

Joan- Carles Mèlich, Ética de la compasión

Poder desprenderse del control, llegar hasta la herida y hacerse cargo de ella, permitirse experimentar y jugar, abrirse al sentir atravesando el miedo, confiar en el propio cuerpo pudiendo abrazar lo gozoso y lo doloroso sin apegarse a ello, aprender a cuidarse y en definitiva a ser más humanxs...  

"Ser humano implica haber alcanzado un grado tan elevado de apertura que la línea ascendente de la sensibilidad, de tan alta, se curva hacia abajo y se pliega sobre sí misma, dando lugar a más anchura, a más profundidad. [...] El repliegue del sentir, afección máxima, justo por la profundidad y por la doble línea del repliegue, es una especie de reflexividad radical: siento que siento, inevitable y maravillosamente"

Josep María Esquirol, Humano más humano. Una antropología de la herida infinita.

El proceso terapéutico es diferente en cada persona y en cada momento. Requiere de mucha valentía y honestidad para poder asumir primero la propia vulnerabilidad y posteriormente mostrarse desde ahí, aceptando que no podemos con todo y sobretodo que no podemos solxs. 

En Fugas Mundi cabe cualquier persona, el encuentro puede darse desde la necesidad de acompañamiento en el sufrimiento o desde la necesidad de crecimiento personal. 

" El instante de la decisión es una locura"

Soren Kierkegaard